martes, 30 de junio de 2009

La inquieta adolescencia


"Exijente, feroz, terminante.

De muchacho, entre los trece y los dieciséis años, yo era violento, terrible, ¿malo? Las escopetas me fascinaban. Tuve varias, muchas, desde las de salón, de balines, hasta las de dos cañones, de bala, pasando por una variedad considerable de modelos. Cazador de todo lo que cazable, mi escopeta hizo un daño largo en mis alrededores. Mataba por matar gorriones, mirlos, jilgueros, chamarices, palomos, cuervos, gallinas, gatos. Hasta la pobre tortuga griega, tan apacible y apartada, le di un tiro en la concha, que por fortuna no le saltó más que una capa de carey. Por imprevisión, estuve a punto de matar personas y de matarme a mí mismo. Recuerdo que mi primo Ignacio Ríos, menor que yo, tenía un águila y la llevaba consigo a todas partes. Vino a vernos a Montemayor con ella y yo decidí matársela. Él corría, loco, con ella cojida por los picos de las plumas de las alas, y yo, detrás, le di un tiro contra tierra. Al fin, mi pobre primo, no sabiendo qué hacer, la echó al agua de la alberca grande. Y allí se la maté. Mi prima María Teresa, niña, tenía un tic nervioso en la mano. De pronto, daba una vuelta en forma de tirabuzón, que a mí me descomponía. Comía con nosotros, y yo no podía comer con aquel tic, que en mi inconsciencia consideraba caprichoso. Le gritaba, le reñía, le amenazaba y, claro, cada vez el tic era mayor, y yo me ponía más furioso. Tuvo que dejar de venir a comer en casa.

Todo tenía que estar, para mí, en punto y exacto. Si no me exaltaba, rabiaba, amenazaba. Tenía que hacerse lo que yo decía. Mi madre sufrió mucho, aquellos años, por mi culpa. En Andalucía, las pobres madres tenían que hacerlo todo. Los hijos creen, en jeneral, que no deben cuidarse mas que de su propia vida, estudio o diversión y que es obligación de la madre, no ya del padre, ser el hazlotodo de una casa y una familia. Mi madre se levantaba antes que nadie y se acostaba la última. Cuidaba, sola, o ayudada por la Macaria, de mi padre enfermo; nos tomaba las lecciones, dirijía a las costureras, nos preparaba para el colejio, etc. Jamás se me ocurrió ayudarla entonces. Se llegó a decir que yo le había cojido manía a mi madre. Sin embargo, no debía ser así, porque yo veía que mis amigos eran con sus madres lo mismo que yo. Con mis tíos, de cincuenta, setenta años, discutía yo de todo, y tenían que quedarse debajo de mí. Las discusiones sobre arte, literatura, viajes, eran interminables y estúpidas por mi parte. Todos los asuntos acababan llorando mi madre, lo cual me exasperaba más todavía Y aunque después me conmovía y me iba a mi cuarto llorando, no me determinaba a reaccionar, me daba vergüenza de "desagradarme".

Cuando, enfermo de la muerte de mi padre, me llevaron a Francia, de lejos sentí un dolor inmenso por todas estas injusticias y crueldades mías y un delirante cariño por mi madre lejana. Sentía que yo había sido el centro de un inmenso hábito de maldad propia y dolor ajeno, y resolvía mi dolor solitario en triste poesía, que yo consideraba amorosa para nosotros y que en realidad era suplicante y egoísta.

Luego, ya a mis veinte años, no podía yo comprender todo esto. Me parecía imposible que hubiera sido así. Mal jenio, mejor, arranques de mal jenio, siempre los tuve, pero fui aprendiendo lentamente, por mí mismo, en mi soledad, a reaccionar, y poco a poco fui dejando de ser capaz de dejar a nadie injustamente, en lugar desfavorable, a menos que fuese un Bergamín y yo tuviese razón."

("Vida y época", 1910-1954, 21, pp. 1220-2)


Cuántas horas de nuestra formación de grado como profesores, cuántos cursos y postgrados realizamos y realizaremos una vez graduados, para comprender mejor al "adolescente" destinatario de nuestra enseñanza. Prestemos atención a lo que los especialistas nos piden atender en nuestra situación existencial, pero no perdamos de vista aquellas notas, peculiaridades, características, que permiten describir esa fase de la vida y que resiste con rasgos de perennidad, a los condicionamientos temporales. Centrar nuestra atención en la persona a quien pretendemos educar nos exige ese esfuerzo de atender a sus aspectos cambiantes, ciertamente, mas ellos se sostienen en el ser Juan, Pedro, Diego, María, Rosa, Laura. Ese alguien que desde su situación existencial nos muestra nuestra misteriosa y sagrada naturaleza humana.

Juan Ramón Jiménez - http://www.fundacion-jrj.es/ - nos describió en "Vida y época" su "inquieta adolescencia", y nosotros nos atrevimos a colorear en su descripción algunas de las notas que, seguramente hemos vivido en esa etapa vital, y que, además vemos a diario en los jóvenes contemporáneos.

¿Estaremos equivocados?


El texto de Juan Ramón Jiménez lo hemos tomado de la obra "Poesía y prosa", que con el Nª 72 formó parte de la colección "Historia de la literatura" de RBA Editores S.A., Barcelona, 1995, pags. 27/29. El uso de g/j y otras peculiaridades del castellano del autor se han conservado tal como aparecen en el texto. Si visitas la fundación del vínculo encontrarás material didáctica para trabajar la obra del autor.

miércoles, 24 de junio de 2009

De nuevo estoy de vuelta...


Como han apreciado los visitantes al blog, este mes de junio nos ha tenido alejado de los teclados por los que acercamos las palabras que se convierten en sendero de comunicación con ustedes. Razones para que ello suceda han sido varias, pero todas ellas ligadas a caminos de aprendizajes que tendremos ocasión de volcar en alguna de las siguientes entradas.

Con mas tiempo iremos acondicionando este espacio y ahora les acercamos una comunicación que hemos recibido y compartimos, porque pone de manifiesto la pertenencia a una comunidad. Educar es siempre un acto comunitario, aunque su ejercicio a veces se realice de forma personal. Por eso acercamos a quienes se llegan a este sitio la comunicación que hemos recibido de la Parroquia Ntra. Sra. del Carmen de Azul, comunidad a la que pertenecemos desde nuestra gestación y, por ello, nos da gusto hacer saber de los acontecimientos que allí suceden.

Así nos han hecho saber que se realizó la COLECTA ANUAL DE CÁRITAS , y por ello se hace llegar un agradecimiento a todos aquellos que colaboraron en la preparación y realización de la colecta .- El monto de la misma ha alcanzado la cifra de $ 5.958,25 ( $ 1.902.- más que el año 2008.-)

También nos invitan a participar en la preparación de las FIESTAS PATRONALES. Con tal motivo se está preparando la Novena en honor de Nuestra Señora del Carmen. La Festividad, si bien es el día 16 de Julio, tendrá su momento culminante el Domingo 19 de Julio.-
En el marco de las celebraciones, el sábado 11 de Julio se llevará a cabo una cena comunitaria,en el Salón Parroquial, para la cual las tarjetas se venden en la Secretaría Parroquial de 9 a 11 y de 16 a 18 horas, de lunes a viernes. El costo de las mismas es de $ 20.- los mayores y $ 10.- los menores de ocho años.-
Asimismo durante la novena patronal, el martes 14 de Julio, la comunidad parroquial visitará el Monasterio de Hermanas Carmelitas (sito en Av. Piazza e Industria) y compartirá la celebración de la Santa Misa a las 15 horas.- El programa completo de la Novena y Fiesta Patronal será dado a conocer en pocos días más.-
Se nos hace saber también que se realizará una nueva CAMPAÑA DE SOCIOS : Debido a la necesidad de emprender urgentes trabajos de mantenimiento de los edificios parroquiales (techos, desagües,aberturas, etc.) se está iniciando una actualización y ampliación del grupo de Socios Benefactores de la Parroquia ,y para lo cual se informará por diversos medios de la mencionada actualización.-
En este sentido se hace saber que la primera etapa de las obras de remodelación y reparación de las instalaciones parroquiales ha sido concluída.- Se han realizado: nuevas instalaciónes de gas, cloacas y agua; construcción de una nueva cocina. Reparación de aberturas, pintura y revoques.-
La segunda etapa consistirá en adaptar algunas instalaciones parroquiales como salón de catequesis ( arreglo de paredes, revoques, instalación de calefactor, pintura).-


domingo, 7 de junio de 2009

"..que te mande un novio..."


Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo, es el nombre de un educador del que se habla poco y en pocas aulas de nuestra ciudad de Azul. Seguramente se habla más de él en muchos hogares de nuestra ciudad. Aunque tal vez se hace referencia a su persona de forma asidua en los medios radiales; claro que no por su condición de educador. Las personas que gustan de escuchar esas audiciones radiales en las que con un poco de nostalgia se evoca la música de décadas del siglo pasado, de vez en cuando suelen solicitar un tema que tenía un estribillo que decía: "Pedile a San Antonio que te mande un novio...". Creo que lo interpretaba un grupo que se llamaba "Katunga". Tal vez alguno que visite el blog nos lo pueda confirmar. El asunto es que, este tal San Antonio, es aquel referido Fernando con el que iniciamos esta entrada.

Como era habitual en aquellos tiempos en los que vivió (1195 - 1231), cuando algún joven consagraba su vida al servicio de Dios y de los hombres, como un signo más de su entrega tomaba un nuevo nombre.Fernando tomó el nombre de Antonio al ingresar a la Orden de los Frailes Menores (mas conocida como los Franciscanos) hacia el año 1221.

En nuestra ciudad existe un templo que está consagrado a su patronazgo y junto a él la sede de la comunidad educativa del "Colegio Sagrada Familia" (foto que ilustra la entrada) que brinda servicios desde el nivel inicial al secundario. Ya vendrán generaciones que la harán crecer seguramente para que comience a brindar servicios en otros niveles de la educación.

¿Por qué traer desde aquellos tiempos a los nuestros la figura de un fraile como modelo de educador? Razones podemos dar muchas. Algunas eminentementes personales: debo mi formación parroquial durante la niñez y adolescencia a los frailes franciscanos, quienes me hicieron conocer y amar su obra universal. Pero si debemos compartir con ustedes razones que los lleven a pensar a Antonio de Padua como un modelo de educador me atrevo a señalar las siguientes:

1. Antonio contó con la gracia de una familia que se ocupó de procurarle una buena educación, sin facilitarle todos los medios. Lo pusieron en el camino del esfuerzo personal en el seno de una comunidad.

2. Hacia los diecisiete años, cuando ya estaba estudiando con los agustinos, pidió un traslado a Coimbra, - por entonces capital de Portugal - porque como vivía rodeado de sus amigos, - sabía brindarse en amistad - no podía estudiar debidamente. Es decir, se fue forjando como buen enseñante esforzándose en aprender. Aprendió en la juventud a posponer unos bienes inmediatos por alcanzar bienes mayores mediatos.

3. Como joven simpático, inteligente, hijo de familia noble, no le faltaron ocasiones para dar rienda suelta a la sensualidad que explota en los años juveniles. Pues la supo encauzar visitando asiduamente a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar y encomendándose a la protección de la Virgen María. Direccionó sus energías juveniles por el camino del autoconocimiento y el autodominio, para poder donarse integramente en el servicio a los demás. Se forjó integralmente atendiendo a su naturaleza y aceptando la vía sobrenatural de la gracia.

4. No quiso quedarse en su lugar, decidió salir al encuentro de quienes más lo necesitaban. En ese entonces pide lo lleven a Marruecos. Era algo así como elegir el lugar mas peligroso. No pidió una beca para la mejor universidad, siendo que era un estudiante brillante; eligió - diríamos hoy entre nosotros - una escuelita de frontera, un barrio periférico, un morro, una villa, una fabela. Y no le fue nada bien, contrajo hidropesía, que lo postró e incapacitó por varios meses. Pero la enfermedad lo fortaleció. Como buen educador supo esperar el tiempo necesario; el fracaso momentáneo no lo venció; siempre mantuvo la vista levantada hacia horizontes de esperanza.

5. Lo anterior motivó que debiera regresar; a vivir en una cueva en la ermita de San Paolo, cerca de Forli en Italia, donde educaba sobre todo limpiando los platos y los cacharros de los demás frailes a los que tenía que servir. Aunque nada hacía suponer que sería llamado a enseñar, el seguía estudiando. Jamás peleó por un puesto, siempre estuvo allí a la espera del llamado oportuno. Dedicándose a servir.

6. Cuando por las circunstancias que narran sus biógrafos su fama y su capacidad se extendió, no perdió oportunidad para ayudar a crecer a todos los de su comunidad: desde los nobles a los más pobres y menestorosos; desde los mas libres a los privados de la libertad. Y es famosa la ocasión de cuando en Rímini, los poderosos impedían que el pueblo asistiera a sus sermones y debió acudir a la orilla del mar porque ya nada ni nadie podía evitar su camino de enseñante de la paz y el bien, de la verdad y el amor.

7. Fue denunciante y militante combativo contra el vicio de la usura, que en su época - como hoy - hacía que unos pocos banqueros se quedaran con los beneficios y el esfuerzo de los mas pobres. Con esto queremos señalar que fue una persona comprometida en buscar las soluciones a los problemas de su época. Aunque no en todas sus luchas obtuvo el éxito - así, por ejemplo sus gestiones a favor de unos presos políticos ante el duque de Eccelino fueron infructuosas - su actitud fue de fuerte compromiso por las causas de los mas desposeídos.

A nuestra ciudad de Azul su fama ha llegado de la mano de tantas familias de inmigrantes italianos que durante los siglos XIX y XX llegaron a nuestras tierras. A mas de setecientos años de su paso por este mundo sigue siendo un modelo de educador cuya vigencia se asienta en las virtudes perennes de quien practica lo que enseña y vive de acuerdo con lo que cree.
Para saber más visitá