sábado, 22 de enero de 2011

2011: que no miremos a nadie con indiferencia.

Es un buen día para comenzar a comunicarnos por este medio en el año 2011. Después de un paréntesis prolongado, nos abrimos paso por estos senderos virtuales de comunicación en un día que hemos elegido especialmente, porque nuestras tierras se iluminan con la renovada presencia de una adolescente ejemplar: Laura Vicuña.
Como docentes cada año conocemos una parte de las nuevas generaciones de jóvenes que se forman en el sistema educativo y nos asombramos a diario con la riqueza de sus potencialidades. En nuestros encuentros educativos aprendemos de ellos, de sus anhelos y esperanzas, a mirar horizontes que seguramente no alcanzaremos quienes somos mayores, pero que anidan y se preanuncian en los corazones de las generaciones que nos suceden.
Esta constante histórica la vivieron también quienes fueron forjando las instituciones en nuestras tierras. Así durante estos años, en los países de la América  hispánica, recordamos a tantos jóvenes que lucharon por celebrar la Independencia. Muchos de ellos murieron en el intento de alcanzar ese horizonte. Otros vivieron para proclamar la Independencia y otros para sostenerla con sus actos.
Chile y Argentina se encuentran historicamente unidos en ese camino. Y eso se pone de manifiesto en muchos rincones de nuestros territorios. Azul es un testimonio mas  de unidad entre argentinos y chilenos. Una importante comunidad de personas inmigrantes de Chile han encontrado en nuestra ciudad un lugar para desarrollar su vida. Nos enriquecemos con sus manifestaciones culturales y sus tradiciones.
Su presencia fue una de las causas que propiciaron la erección en nuestra ciudad de una Capilla en honor de la Beata Laura Vicuña, aquella joven chilena que en su corta vida dejó imborrables huellas en tierras americanas, siguiendo El Camino de la Verdad y la Vida. Como hoy se recuerda su vida ejemplar, nos ha parecido oportuno cobijarnos bajo su amparo en este año 2011 para que en los futuros encuentros con adolescentes y jóvenes en las aulas podamos mantener presente las enseñanzas de Laura Vicuña que se pueden sintetizar en su expresión: “Nunca desprecies a los pobres ni mires a nadie con indiferencia”. ¿No es una buena máxima para tener presente cada vez que entramos al aula?.
     

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