miércoles, 28 de mayo de 2008

Día de los Jardines de Infantes

Un saludo especial en este día a las "Maestras Jardineras".
La fuerza de los nombres originarios se mantiene en nuestro sistema educativo y por mas que los títulos que acreditan la formación de grado hayan comenzado hace un tiempo a otorgarse a las "Profesoras del Nivel Inicial", en la consideración social todavía mantiene presencia la denominación de Maestra Jardinera. Esperemos no sea desplazada por la cada vez mas frecuente "seño", uno de los tantos atajos que se imponen en la depreciación de nuestra forma de comunicarnos.
Con cierta urgencia en los tiempos, quiero recordar a las mujeres que diariamente ingresan a los Jardines de nuestro sistema educativo, en especial a aquellas que en nuestra ciudad se encuentran con instituciones condicionadas por muchas limitaciones de todos los órdenes. Y propongo a consideración "la dimensión práctica del arte de amar" de estas mujeres, considerar algunas premisas, algunos enfoques, que - por supuesto no me pertenecen - sino que me limitaré a glosar.
"La práctica de cualquier arte tiene ciertos requisitos generales, independientes por completo de que el arte en cuestión sea la carpintería, la medicina o el arte de amar. En primer lugar la práctica de un arte requiere disciplina". ¡Qué dificil hoy en día! nuestro ambiente, nuestro contexto existencial promueve muchas condiciones que atentan contra la disciplina favoreciendo el caos. ¡Cuánto esfuerzo le demanda a nuestras maestras jardineras esa disciplina racional autoimpuesta, que venciendo la ociosidad, la rutinización y "...la complacencia infantil para consigo mismo...", son capaces de despertar en nuestros niños, la diaria atención que logra asombrarlos y asombrarnos al ver dar sus primeros pasos en el aprendizaje sistemático!.
"Que la concentración es indispensable para el dominio de un arte no necesita demostración". Contra ésto también conspira la dispersión y fragmentación de la sociedad contemporánea. ¡Bendita sea la maestra jardinera que logra concentración!. Desde la mas elemental: concentrar los esfuerzos en una institución y no tener que correr de una a otra. Hasta la concentración tal vez mas compleja: la de poder estar a solas consigo misma, para buscar en la profundidad de su corazón los principios del arte de amar a los niños y niñas.
"Un tercer factor es la paciencia". Ser paciente posibilita el pensamiento estratégico, la educación estratégica. Educa hoy al ciudadano del mañana. También el contexto empuja en sentido contrario: rapidez, todo hoy, ahora, ya. Con paciencia se gana tiempo, se le gana al tiempo; porque la paciencia todo lo alcanza. Este factor se debe ejercitar a cada instante; a veces, es mas necesario para atender a las demandas de quienes gestionan la educación o de los padres, que para atender a los propios infantes. Pero sobre todo, sé paciente con vos misma: nada te turbe, nada te espante.
"Finalmente, otra condición para aprender cualquier arte es tener una preocupación suprema por el dominio del arte". La traducción dice así; quizás mas propiamente debiera decir: darle una importancia suprema al dominio del arte. Por aquello que mas que pre-ocuparse, hay que ocuparse. Tal vez a eso se hace referencia cuando se promueve la formación permanente, una idea que, plasmada en la educación griega, a veces se pretende moderna.
"Un último punto se debe señalar...no se empieza por aprender el arte directamente, sino en forma indirecta... Se debe aprender un gran número de otras cosas que suelen no tener aparentemente ninguna relación con él, antes de comenzar con el arte mismo...". No desprecies ninguna oportunidad de aprender; no pierdas el asombro ante el niño y registra; anota; forma tu cuaderno de recuerdos, de anécdotas, tu diario de bitácora, no sólo en el jardin, sino en cada instante. La vida es una maestra que no duerme, disciplinada, concentrada y paciente; préstale atención.
(Cfr. ErichFromm, El arte de amar, Paidós, Bs.As., 2007, Cap. 4. "La práctica del amor")

sábado, 24 de mayo de 2008

Educar en el patriotismo

¿Voy a la Plaza el 25 de Mayo? Esta es la pregunta que todo educador ha de hacerse hoy en Argentina. Quienes sostenemos que es necesario educar en las virtudes a las generaciones más jóvenes nos preguntamos en estos días si lo estamos haciendo bien respecto de una virtud que se llama patriotismo.
¿Cómo nos damos cuenta si con nuestros hijos, con los estudiantes, en fin, con los destinatarios de nuestra acción educadora, estamos creciendo en la virtud del patriotismo? Esto se ve. Así literalmente, se ve (y con los demás sentidos se podría decir, se escucha, se gusta, se palpa, se aspira) :
1ª Si reconocemos cada vez más lo que la patria nos ha dado y nos da.
2ª Si, - a la vez - , nosotros le damos – propiamente hablando decimos: le tributamos – el respeto, el honor, el servicio que le debemos, defendiendo y acrecentando el patrimonio cultural recibido; y
3ª Si, además, consideramos – a la vez – como propio de los patriotas de otros países, hacer lo mismo con su patrimonio cultural.
Respecto de lo primero, no se puede reconocer, lo que primero no se conoce. De allí la necesidad de conocer lo que la patria nos ha dado. Esto se aprende desde el seno materno. Es bueno que las madres hagan escuchar al hijo que llevan en su seno la música de su suelo natal; que le hablen con la riqueza de su propio idioma. Desde ese instante hasta el último día de nuestra existencia en este mundo vamos conociendo lo que se nos ha dado. La palabra y recuerdos de los abuelos cumple un papel insustituible, en este orden, o – en su ausencia – el de los tíos mayores, o acaso aquellos vecinos mayores del barrio que nos narran historias del pasado.
Entrados ya a la educación sistemática, la educación inicial y primaria ha de ayudarnos a conocer lo que la patria nos ha dado. Esta etapa ha de producir la consolidación de ese primer modo de amor a la Patria que se llama el “Amor afectivo”. Lo que, en principio, puede denominarse el sentimiento de Amor a la Patria. Se ha de ir complementando así esa educación de la afectividad necesaria para el ejercicio de las virtudes. Es saludable ver como en muchos establecimientos educativos se promueven iniciativas en este orden: enseñan la música, la poesía, las comidas, las vestimentas, los perfumes de las flores de los paisajes que nos han sido dados. A la vez que comunican a los mas pequeños la vida de las personas que han hecho y hacen posible que todo aquello nos haya sido dado.
Es también en esta primera etapa de la educación formal donde hay que hacer ver lo que la patria nos da: visitar lo que en cada lugar forma parte del patrimonio cultural; hacer conocer las instituciones en las que se sostiene la unidad de la Patria, que conozcan los edificios donde cumplen sus funciones las autoridades de la ciudad; los espacios públicos y su función social; participando desde allí en la resignificación de los símbolos patrios como algo que nos remite a una realidad que no se ve: el alma de la Patria…
¡Cuántos ejemplos de actividades a realizar con niños y niñas se me ocurren! Pero no puedo cansar…
¿Y con adolescentes? ¿Cómo educar en este Amor Afectivo a la Patria? Ha de formar parte de una educación para el Amor integral. Acá donde el sentido crítico comienza a manifestarse en esa tendencia de ir buscando la afirmación del propio “lugar en el mundo”; etapa donde la personalidad busca tomar distancia de las dependencias naturales de nuestros primeros años de vida; y donde la otra tendencia – el impulso sexual – gana en presencia cotidiana; en esta época – proponemos – el Amor Afectivo a la Patria ha de ser mas propuesto al descubrimiento. Han de crearse situaciones, promoverse posibilidades de encuentro con lo que han recibido con vistas a lo que pueden llegar a ser. Acá el patrimonio cultural heredado ha de presentarse como pleno de potencialidades de realización que esperan el aporte de adolescentes y jóvenes para realizarse. Puesto a ejemplificar, se pueden volver a visitar aquellos lugares que visitamos en la niñez donde están las autoridades de la ciudad, pero ahora hay que preparar la visita con cuestiones que nos ayuden a la crítica y con propuestas de cambio, de mejora. Ahora es la etapa donde comienza de manera incipiente un ejercicio de la ciudadanía que ha de manifestarse en acciones solidarias; hay que lograr que adolescentes y jóvenes intervengan los lugares y tiempos con sus propuestas de solución; y que creen nuevos espacios y tiempos de expresión. Pero, sobre todo, es el momento propicio para salir del propio lugar hacia la extensión geográfica. Es la etapa de expandir el solar natal, la tierra natal, de proyectar viajes y encuentros con otras de las tantas realidades de las variadas que conforman el patrimonio cultural.
Ese Amor Afectivo – el primero – ha de manifestarse en obras, y la escuela debe abrir espacios donde esas obras se manifiesten, se muestren a la comunidad, donde los adolescentes y jóvenes pueden atreverse a pensar la Patria; porque si ellos pueden mostrar sus obras los niños podrán seguir viendo la Patria.
Quizás, con el tiempo, alguno de ellos podrá ser poeta y escribir algo semejante a lo que nos legó Leopoldo Marechal:


“Yo vi la Patria en el amanecer
que abrían los reseros con la llave
mugiente de sus tropas.
Lo vi en el mediodía tostado como un pan,
entre los domadores que soltaban y ataban
el nudo de la furia en sus potrillos.
Lo vi junto a los pozos del agua o del amor,
¡niña, y trazando el orden de sus juegos!
Y la vi en el regazo de las noches australes,
dormida y con los pechos no brotados aún…”(1)

Quedan para próximas entradas los otros dos aspectos señalados al principio. Mas entendemos que en la medida que podamos ir dando estos pasos, avanzaremos en el Amor Efectivo y en el Amor Crítico a la Patria. Sólo entonces unos pocos se abrazarán al Amor Dolorido de la Patria para sostenerla en el concierto de las naciones.


(1) Heptamerón, “La patriótica”, I Descubrimiento de la Patria 6.

miércoles, 21 de mayo de 2008

La escuela, institución de esperanza

"Hay sabios de todas menas", se llamó la primera entrada de este blog que, sólo contiene una sextina del Martín Fierro. Hoy me pareció oportuno releer algunas de sus páginas y junto a él en la biblioteca, encontré - entre otros - este comentario que comparto . Entiendo que mantiene su actualidad y nos ayuda a pensar la educación. Forma parte de una larga reflexión que lleva por título "Dar a la educación todo", y esta parte se subtitula "Martín Fierro, poema incluyente".
"Antes que un "poema épico" abstracto, Martín Fierro es una obra de denuncia, con una clara intención: oponerse a la política oficial y proponer la inclusión del gaucho dentro del país que se estaba construyendo:
Es el pobre en su orfandá / de la fortuna el desecho / porque naides toma a pecho/ el defender a su raza / debe el gaucho tener casa / escuela, iglesia y derechos.
Y Martín Fierro cobró vida mas allá de la intención del autor, convirtiéndose en el prototipo del perseguido por un sistema injusto y excluyente. En los versos del poema se hizo carne cierta sabiduría popular recibida del ambiente, y así en Fierro habla no sólo la conveniencia de promover una mano de obra barata sino la dignidad misma del hombre en su tierra, haciéndose cargo de su destino a través del trabajo, el amor, la fiesta y la fraternidad.
A partir de aquí podemos empezar a avanzar en nuestra reflexión. Nos interesa saber dónde apoyar la esperanza, desde dónde reconstruir los vínculos sociales, que se han visto tan castigados en estos tiempos...
¿Entonces qué? Me parece significativo el contexto histórico del Martín Fierro: una sociedad en formación, un proyecto que excluye a un importante sector de la población, condenándolo a la orfandad y a la desaparición, y una propuesta de inclusión. ¿No estamos hoy en una situación parecida? ¿No hemos sufrido las consecuencias de un modelo de país armado en torno a determinados intereses económicos, excluyente de las mayorías, generador de pobreza y marginación, tolerante con todo tipo de corrupción mientras no se tocaran los intereses del poder mas concentrado? ¿No hemos formado parte de un sistema perverso, aceptando en parte sus principios - mientras no tocaran nuestro bolsillo -cerrando los ojos ante los que iban quedando fuera y cayendo ante la aplanadora de la injusticia hasta que esta última practicamente nos expulsó a todos?
Hoy debemos articular,si, un programa económico y social, pero fundamentalmente un proyecto político en su sentido mas amplio. ¿Qué tipo de sociedad queremos? Martín Fierro orienta nuestra mirada, nuestra vocación como pueblo, como nación. Nos invita a darle forma a nuestro deseo de una sociedad donde todos tengan lugar: el comerciante porteño, el gaucho del litoral, el pastor del norte, el artesano del noroeste, los pueblos originarios y los inmigrantes, en la medida en que ninguno de ellos quiera quedarse él solo con la totalidad, expulsando al otro de la tierra.
Durante décadas la escuela fue un importante medio de integración social y nacional...También hoy desde la pluralidad enriquecedora de propuestas educadoras, debemos volver a apostar a la educación, todo...Depreciada, devaluada y hasta atacada por muchos, la tarea cotidiana de todos aquellos que mantienen en funcionamiento las escuelas, enfrentando dificultades de todo tipo, con bajos sueldos y dando mucho mas de lo que reciben, sigue siendo uno de los mejores ejemplos de aquello a lo cual hay que volver a apostar, una vez mas: la entrega personal a un proyecto de un país para todos...
Los invito a leer una vez mas este poema. Háganlo no con un interés sólo literario, sino como una forma de dejarse hablar por la sabiduría de nuestro pueblo, que ha sido plasmada en esta obra singular. Mas allá de las palabras, mas allá de la historia, verán que lo que queda latiendo en nosotros es una especie de emoción, un deseo de torcerle el brazo a toda injusticia y mentira y seguir construyendo una historia de solidaridad y fraternidad, en una tierra común donde todos podamos crecer como seres humanos. Una comunidad donde la libertad no sea un pretexto para faltar a la justicia, donde la ley no obligue sólo al pobre, donde todos tengan un lugar..."
Cfr. Bergoglio Jorge, sj., Educar: exigencia y pasión,Claretiana, Bs.As.,2003, pags. 166 ss.

sábado, 17 de mayo de 2008

Hojas de otoño


Se acercan las fiestas mayas. Las galerías y salones de nuestras escuelas comienzan a ser intervenidas con variadas propuestas celestes y blancas. Los docentes a cargos de los actos empiezan a transitar el difícil equilibrio entre el protocolo prescripto y una propuesta "que motive" a los participantes. En estas celebraciones, la escuela abre sus puertas para que se acerque la familia a ver "tomar parte" a los mas pequeños y para "acompañar" a los adolescentes en los festejos que se llevan a cabo para rememorar la epopeya de nuestro primer gobierno patrio. Veo saludable que también, paulatinamente, se avanza en propuestas donde los asistentes participan no sólo como meros espectadores, sino como personas que se involucran en rememorar el pasado para darle significatividad y sentido al presente, y proyectarse en nuevos encuentros ciudadanos. A veces me pregunto si no habrá llegado el momento de que alguna comunidad educativa salga al barrio a celebrar en calles y plazas el 25 de Mayo. O que dos o tres comunidades educativas acuerden celebrar juntas el 25 de Mayo...



Cuando veo a los adolescentes y jóvenes llegar con cara de "otro acto para que nos digan lo mismo" y se ubican en los bancos dispuestos para ser meros expectadores, suelo pensar en el enorme poder, en la fuerza y vitalidad infinitas que anidan en esos corazones; en el potencial humano que anida en su interior; en su sangre que circula por las venas con la fuerza de la vida joven y que nosotros los docentes - a veces - insistimos en "sentar a mirar". A veces pienso que Dios al vernos podría preguntarnos: "Les he dado la vida, les regalo esta juventud; he creado tantos niños, jóvenes y adolescentes, para que ustedes los sienten a mirar...". Probablemente nos recordaría: "A ustedes, docentes, los he llamado a ser creativos: transformen y modifiquen el curso de los acontecimientos...como hicieron los hombres de Mayo..."



Ésta es quizás una de las demandas que mas nos hacen a los docentes y, probablemente, sea necesario salir a mostrar la creatividad.



Cuando salimos atentos a todo lo creado, descubrimos que todo lo que es, sigue siendo creado ahora mismo; si el Creador dejara de pensar por un minuto en su creación todo dejaría de existir, si dejara de amar el mundo que creó, en un instante dejaría de ser. Es evidente que nosotros no tenemos ese poder, de sostener la realidad con nuestra voluntad, de hacer que por un acto de amor las cosas sean como deseamos que sean. Pero podemos participar mediante la creatividad en querer, en realizar cosas que, tengan la capacidad de configurar y hacer nuevas las realidades; combinando elementos ya existentes somos capaces de originar algo que antes no existía.



Porque de esta creatividad participamos todas las personas, a los docentes - estimo - nos compete la tarea de lograr que esa "chispa" que es la inteligencia de los jóvenes, encuentre "los materiales adecuados" para producir un buen fuego que le dé a las demás generaciones el calor para afrontar estos primeros fríos del otoño. Para ello es necesario que el joven encuentre dos posibilidades de exploración que están tan intimamente unidas, que no se da una sin la otra: debe ser capaz de buscar en su interior, por un lado, y por otro, buscar en el mundo exterior. En general nuestros establecimientos educativos no están preparados ni para lo uno ni para lo otro. Aquellos que lo logran, promueven propuestas de creatividad para celebrar las fiestas mayas.



El ejercicio de la creatividad es una manifestación de la espiritualidad de las personas y como tal perfecciona - educa - tanto al que la ejerce como a los destinatarios de la acción creativa. Por eso cuando un docente creativo se encuentra con jóvenes y adolescentes creativos renuevan una comunidad educativa.



La creatividad, cuando se manifiesta, es indicio de que hay un joven o de que hay almas jóvenes. Porque la juventud es el momento de la vida en el que todas las personas son capaces de arrojarse a la aventura de lo nuevo, de lo inédito, de lo que sorprende gratamente. Por eso, tal vez, a un Quijote, a un Martín Fierro, los pienso de alma jóven... Son capaces de unir diversas generaciones.



Cuando las personas logramos comprometernos en tareas creativas, en las que todos podemos llegar a considerar algo como propio; cuando en los actos hay algo que nos afecta por dentro y se convierte en impulso para manifestarse en obras, se consigue una forma elevada de unidad en el que se superan las rupturas generacionales.



Las fiestas mayas siempre son una invitación a crear formas elevadas de unidad, donde el vértigo de la ambición de poder, ceda, para dar lugar a las posibilidades de encuentro que nos liberen de las dependencias recurrentes a las que nos tienen acostumbrados los intereses mezquinos. Los hombres de mayo nos siguen mostrando que la posibilidad de la convivencia se concretiza en la medida que, los que piensan distinto, se encuentran en ideales estratégicos que superan - sin desconocerlos - los meros intereses económicos.



Al fin de cuentas cuando nuestro peregrinar por este mundo culmine, todos hemos de pasar por la experiencia de las hojas del otoño y nos daremos cuenta que el dorado - el color del oro - es apenas algo tan efímero y pasajero, que - como esas hojas de otoño - culmina en el suelo. En cambio los hombres de mayo nos siguen mostrando que nuestro peregrinar en este mundo tiene sentido en tanto y en cuanto los colores del cielo signifiquen un lugar de encuentro para todos los argentinos.



domingo, 11 de mayo de 2008

Un aula especial


Hay muchos tipos de siembra. En nuestra ciudad hay una Facultad de Agronomía que se encarga de formar profesionales que se ocupan de esa tarea tan enriquecedora. Argentina es líder en promover nuevas formas de siembra que permiten optimizar los rindes.

A nuestros niños los ponemos en esta experiencia vital desde muy temprana edad. Basta recordar nuestra niñez o ver en la actualidad cómo en determinado momento del año entran y salen con los "experimentos" de germinación. Las huertas comunitarias y escolares siguen teniendo todo el potencial educativo con el que se incorporaron a los sistemas de enseñanza. En todas éstas siembras, el sembrador espera ver su cosecha y recoger los frutos para aprovechar él mismo sus rindes.

Es universal analogar la imagen del educador a la del sembrador. Incluso Jesús, - El Único Verdadero Maestro, dirá San Agustín - recurrió a la imagen del sembrador para enseñar. Semejanzas se encuentran en todas las religiones universales.

Éste sábado pasado, - mientras las avenidas de la ciudad eran transitadas por sembradoras y cosechadoras entre otros vehículos -, volví al lugar de Azul donde se me abrieron por primera vez las puertas para esparcir las primeras semillas en el campo de la educación secundaria. La que ves en la fotografía es la Capilla San Francisco de Asís, que se encuentra en el barrio del mismo nombre. En su interior, entonces dividido con tabiques de madera donde se habían improvisado las aulas, tuve ocasión de participar de los primeros encuentros educativos a los tres meses de haberme recibido como Profesor. Era la primavera del año 1990. Cinco estudiantes formaban parte de la que iba a ser ese año la primera promoción del establecimiento educativo. Guardo muy especialmente en mi corazón a la entonces Directora Marta García que me convocó para realizar allí una suplencia, abriéndome las puertas de la docencia secundaria en Azul.

Contábamos con una mesa de comedor, un pequeño pizarrón - en el que nunca faltaron las tizas y el borrador - y, sobre una de las paredes de madera, una pequeña Cruz Franciscana. Yo llevaba mis primeros apuntes para las clases en el reverso de las hojas que, ya impresas e inservibles, se tiraban en el Ministerio de Economía de La Plata, de donde las rescataba un amigo que allí trabajaba. Todavía guardo algunos de mis apuntes en esas, hoy, amarillentas hojas. Recuerdo cuánto me costaba bajar la voz - soy de voz un tanto apasionada - cuando tomaba conciencia que tras el tabique de madera estaban funcionando los demás años. Me surge una sonrisa recordar aquel encuentro tan rico en debate que surgió a raíz que leímos un párrafo de las Confesiones de San Agustín, donde se refiere a "los anchurosos campos de la memoria". Quizás los acontecimientos de éstos días hagan que vuelva a esa lectura.

Creo recordar bien si digo que eran tres mujeres y dos varones ; aquella promoción está muy presente en mi corazón docente. Todavía suelo ver a dos de ellos, trabajando, que han formado su familia y aunque no recuerdo sus nombres, me alegro. La calidez del encuentro permitía el mate en clase y éste logró que, en poco tiempo, las distancias entre el que enseña y el que aprende se acercaran hasta encontrarse. Ellos me hablaban de sus inquietudes comunitarias para con el barrio, y yo me alegraba de ver adolescentes que pensaran en el bien común. Comenzaba la década del 90, una década en la que precisamente no iba a ser el bien común el norte de nuestra sociedad.

Hoy ya no están los tabiques, me contó un vecino con el que dialogué en la puerta, porque el esfuerzo de muchos azuleños logró construir el colegio, que hoy se encuentra a la vuelta de la Capilla. En alguna otra entrada subiremos su fotografía. Tal vez alguno de esos tabiques terminó en un asado, no lo sé, pero si así fuera, seguro que ese fuego ha tenido un calor inigualable. Las paredes de un aula, sean del material que sean, devuelven una calidez única. Las calles todavía son de tierra; bueno, después todo, para sembrar mejor.

En esos encuentros los estudiantes sembraron en mí los primeros interrogantes, algunos de los cuales vuelven con el tiempo. Por eso si te estás formando para ser docente, te sugiero prestes mucha atención a las primeras preguntas que te hagan tus primeros alumnos, seguro se repiten con el tiempo. Recuerdo que aquellos primeros encuentros se planteaba el tema de la libertad, y los adolescentes me decían: "Profesor nosotros queremos ser libres, pero no nos dejan, ¿cómo hacemos para estudiar lo que queremos si no podemos?". Esa pregunta la sigo escuchando hoy.

Preguntas como éstas van a llegar un día a tus oídos si vas a ser docente, será mejor que te prepares para ayudar a buscarle una respuesta, aunque tu disciplina de enseñanza sea la matemática o la literatura. Entre mis apuntes guardo un texto con el que intenté algún día proporcionar un instrumento para que encuentren alguna respuesta, dice así:

"La libertad es la victoria aplicada sobre el arbitrio. Pues la libertad coincide con la necesidad de la verdad. Cuando soy libre, no quiero tal cosa o la otra porque la quiero, sino porque me he persuadido de que es justo. Lo que exige la libertad no es que actúe arbitrariamente, o por obediencia ciega, o bajo cualquier coacción exterior, sino después de haberse asegurado uno mismo, después de una certeza. De ahí viene la exigencia de experimentar las cosas por sí mismo, de tender a realizaciones inmediatas, de alimentar su querer en sus propias fuentes, vinculándose firmemente a la fuente de todas las cosas. Pero me equivoco con facilidad. Una simple opinión no es todavía certeza. El arbitrio se impone de nuevo cuando quiero imponer una opinión pretendiendo que toda opinión es válida desde el momneto que uno la defiende. La conquista de la certeza, por el contrario - la libertad - exige que las opiniones vulgares se superen.

Esta victoria se cumple por los vínculos que, como individuos, nos imponemos en nuestras relaciones con los otros. La libertad no se realiza sino en la comunidad de todos. No se puede ser libre sino en la medida en que todos lo son.

Saber hace libre. Espiritualmente, lo que es decisivo no es la libertad exterior que procura, en dominios limitados, el señorío de las ciencias sobre las fuerzas naturales. Lo que es decisivo es la libertad interior. Esta reside ya en el hecho de que, cuando veo claro, ceso de depender por completo de una realidad exterior, pero no se completa sino en un acuerdo amoroso con la realidad. El es el que constituye el fin del saber...

El individuo debe exigirse mucho. Debe saber ponerse en el lugar del otro, sea quien sea, poner a las claras la verdad en la comunicación, no dejar endurecérsele el corazón, sino estar abierto, preparado a escuchar, preparado a ayudar activamente y a corregir sus propias concepciones. El problema fundamental que se le plante al hombre que quiere encontrarse a sí mismo, es salvar las posibilidades de comunicación..." (1)

Ahora que vuelvo a leer estos apuntes viejos, me parece sentir el olor a la madera de los tabiques del aula, aunque muchas de las afirmaciones de Jaspers siguen teniendo el calor de un buen fuego a la orilla del Callvú Leovú.

Cuando regresaba pedaleando crucé el puente sobre el arroyo y me detuve en el medio. Miré correr el agua hacia el Río Salado y pensé en el mar. Alguna vez ese arroyo fue lugar de encuentro de culturas; con el tiempo dividió la ciudad entre "los que están de este lado y los que están del otro lado del arroyo"; la construcción del Barrio y del Colegio San Francisco abrió caminos hacia un nuevo encuentro; cuando volví a mirar la Avenida anhelé que volvieran a salvarse las posibilidades de comunicación...hoy domingo peregriné con el mismo anhelo...



(1) Karl Jaspers, El espíritu europeo, Guadarrama, Madrid, 1957, pags. 291, 299, 312.


Nuevo programa de radio

Nobleza obliga.
Decíamos en nuestra entrada anterior que la radio le debe un lugar a la escuela. Pero en la presente semana recibimos la visita en clase de la Directora del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica de Azul Nª 156 "Palmiro Bogliano" y del Profesor David Díaz quienes invitaron a estudiantes y docentes a participar de una nueva experiencia educativa.
El profesor David Díaz se encuentra a cargo del Centro de Actualización e Innovación Educativa (CAIE) que, en Azul, ha sido puesto en marcha a través de un programa del Ministerio de Educación de la Nación, como parte de la jerarquización que se promueve de los Institutos de Formación Docente. En este marco el Instituto ha firmado un convenio con el Colegio "Alas de Loreto" y en ésta última institución - sita en calle 25 de Mayo Nª843 de Azul - se ha logrado instalar el Gabinete Tecnológico.
Como una de las tareas de innovación a partir de la semana que acaba de pasar y todos los días miércoles a partir de las 18 hs., se puede escuchar por FMA un programa de radio que lleva a toda la comunidad las acciones y propuestas que desde la Educación Superior se realizan. Asimismo es un espacio abierto a todas las expresiones comunitarias que potencian la educación en nuestro medio. Es ésta una de las actividades promovidas a partir del Proyecto de Mejoras puesto en marcha hace un año atrás en el Instituto Nª 156.
Quienes deseen comunicarse con el encargado del CAIE pueden dirigirse a radiodavid@yahoo.com.ar.-
Nos alegra que se logren estos espacios para la comunicación y esperamos que docentes y estudiantes sepamos potenciar este espacio con propuestas de calidad.

lunes, 5 de mayo de 2008

La escuela y la radio

La radio es una de las tecnologías que mas presencia tiene en la vida de adolescentes y jóvenes. En nuestras ciudades las emisores de frecuencia modulada (FM) captan la atención de una importante cantidad de personas. He tenido conocimiento de algunas experiencias de radios o de programas de radio producidos en ámbitos escolares y, - por lo general - los resultados que manifiestan quienes concretan proyectos de ésta naturaleza, son muy satisfactorios.
Es que somos seres naturalmente sociales; la sociabilidad es algo inherente a nuestro ser personal. Por eso hablamos y con el lenguaje, y a partir del lenguaje, nos comunicamos. Se nos ha dado el ser en y para la convivencia; por nuestro lenguaje nos extendemos y solidarizamos, compartimos significados y códigos comunes. Y en nuestra convivencia, el lenguaje, se torna comunicación de alma a alma - aunque nos moleste un poco la cacofonía - y alcanza todos los matices y riquezas que nos siguen maravillando. La palabra es compañía y presencia del otro, confirmación de acompañamiento.
El milagro de la comunicación se realiza plenamente por la palabra; aún quienes pretenden negar ésta realidad, usan sus palabras para comunicárnoslo.
La radio comunica cuando a la riqueza del silencio viene a fecundarla el verdadero lenguaje, que es sustancialmente la expresión cabal del ser de las cosas. La radio nos entretiene, entre-tiene, o nos tiene entre quién sabe qué maraña mas o menos articulada de signos, cuando la riqueza del silencio es violada y profanada por quienes, por hacer funcionar el aparato fonoaudiológico, estiman que ya están comunicando.
El verdadero lenguaje, aquel que es algo mas que sonido (sonus), algo mas que el conjunto de todo lo audible y pronunciable, reclama la voz (vox), el sonido animado, habitado, y vivificado por el alma; reclama una palabra acrisolada en el silencio. El silencio fecundado genera entonces la palabra comunicante. Tal vez por eso, quienes han vivido unos años mas que nosotros, elogiaban a las personas diciendo: "es una persona de palabra".
Cuando hay verdadero lenguaje el hombre es un ser comunicado aunque esté fisicamente solo. En el hombre, hasta el monólogo invita al diálogo, porque la palabra nunca queda sola; siempre hay respuesta interior.
Así, cuando la radio promueve el maravilloso mundo de la comunicación, es porque es capaz de invitar a la respuesta interior, y nosotros hacemos a la emisión radial partícipe de nuestras experiencias vitales.
Cuando la radio sólo promueve en nosotros la mera locución, la respuesta exterior fácil que telefonicamente o por correo electrónico alimenta nuestra sed de consumidores empedernidos de cuanto surca los espacios radiofónicos, entonces es la radio la que nos hace partícipes de sus experiencias. Y entonces...lo que es medio ya va dejando de ser medio; y quienes entramos en contacto con él de ésta última forma también vamos dejando de ser...y esto se parece mucho a un camino hacia la nada.
Quien escucha en una radio el lenguaje que celebra, agradece, sugiere, asombra, critica, expresa, la belleza de la creación, entonces sí encuentra un medio para transitar los caminos de la comunicación.
Nuestras escuelas nos deben un aprendizaje serio del uso de este medio tan rico para promover la comunicación; la radio reclama un lugar en el aula; y muchas radios nos deben una apertura hacia el encuentro educativo.-

sábado, 3 de mayo de 2008

Modelos y jefes


En la semana me decía una estudiante que había visitado el blog y que pensaba volver a él porque había encontrado entradas que la habían hecho pensar. Me alegró, esa fue una de nuestras intenciones cuando nos animamos a ésta herramienta. También agregó una expresión que nos permitió después entablar lo que fue - para mi - un enriquecedor diálogo. Me dijo: "Es algo mítico, el blog, tiene eso de los santos...". A partir de allí pudimos dialogar con ella y las demás compañeras acerca de "los modelos" y "la falta de modelos en educación". Casi al final pidieron les sugiriera "algun libro, profesor, que hable de modelos". Recordé algunos y entre ellos uno muy especial del que extraigo algunos fragmentos de sus primeras páginas. Comienza así:

"De las múltiples fuerzas e influencias misteriosas que configuran singularmente nuestra vida humana - la vida del individuo como la de todo tipo de comunidad -, y que además la orientan hacia el bien o hacia el mal, me propongo considerar dos, esencialmente distintas entre sí, aunque estrechamente vinculadas: los modelos y los jefes...

...(lo) que voy a tratar de exponer, con la esperanza de que mis consideraciones puedan ser de alguna utilidad para resolver ese gran problema de la vida: cómo hay que elegir al jefe y a quién hay que elegir como jefe. Está lejos en mi ánimo erigirme a mi mismo en jefe o recomendar a determinados jefes. Mi misión es la de maestro y no la de jefe...

En épocas revolucionarias, en épocas de cambios en la mentalidad colectiva, la autoridad carismática vuelve a adquirir preponderancia. Lo que interesa aquí es ante todo que, entre todas las formas vinculares ninguna finca en la exclusiva comunicación de un saber, en una simple "enseñanza" y que, por lo tanto, ser jefe y ser maestro son cosas totalmente distintas.

Pero aquí también me ocuparé de la significación de los modelos...La influencia del jefe se desarrolla en el dominio público amplio y visible, en el tumultuoso mercado de la llamada historia; la influencia del modelo, en cambio, es oscura, secreta. El modelo yace, opera y transforma en la profundidad del alma de cada hombre y de cada grupo humano. Es difícil de captar y de comprender. Una ulterior investigación psicológica de la cuestión demostrará que la influencia del modelo es mas fuerte justamente allí donde el hombre no tiene conciencia clara de cuál es su modelo y menos aún de dónde le vino. La vieja frase de un conocido místico: "Todo hombre tiene ante sus ojos una imagen de lo que debe ser; mientras no lo sea, no está plenamente tranquilo", expresa bella y profundamente la importancia del modelo."


...El jefe puede ser un salvador, puede ser un demagogo inescrupuloso, puede ser un conductor en un sentido de valor positivo o un seductor, puede ser jefe de una liga de virtud o de una banda de asaltantes. En la medida en que quiere conducir y tiene cualquier número de seguidores, es "jefe" en el sentido sociológico.

Muy distinto es el concepto de modelo. Modelo implica, en su sentido inmanente, siempre un concepto de valor. Todos consideran a su modelo, en la medida que lo tienen y lo siguen, como lo bueno, lo perfecto, lo que debe ser. Cualquier especie de amor y de positiva estimación en el sentido religioso, moral, estético liga a toda alma con su modelo, traba una relación que siempre es afectiva y vehemente. Al jefe se lo puede odiar, lo que interesa es que guíe. Por cierto, un modelo podría ser (objetivamente) malo, pero en la intención no lo es jamás...

No son las reglas morales abstractas de caracter general las que modelan, configuran el alma, sino siempre modelos concretos.

Finalmente, los jefes exigen acciones, resultados, conducta. El modelo exige, por el contrario, un modo de ser, una forma del alma. Pero de este modo de ser deriva el querer y la acción...

...los jefes también pueden ser modelos...pero no lo son necesariamente, y lo son sólo en el caso en que exista un vínculo carismático afectivo; en todos los demás casos no lo son. Pero si se quiere determinar una relación general entre jefes y modelos, no cabe ninguna duda que los modelos eficaces son los que ejercen un influjo determinante o que influyen esencialmente en la elección, en la selección del jefe, y sobre todo en lo que se refiere a las cualidades de los jefes...

Cuáles son los dioses a los que servimos al erigirlos inconsciente o conscientemente en nuestro modelo, eso es lo que decide también sobre la cuestión de los jefes que elegimos..."


Este bello ensayo que así comienza y cuyos fragmentos o citas tal vez ocupen próximas entradas dentro de pocos años cumplirá cien desde que fue editado. Ha salido de la pluma de Max Scheler y lleva como título "El santo, el genio, el héroe". El ejemplar del que se tomó el fragmento es el que publicó la editorial NOVA, allá por el año 1961, en una colección que dirigía el recordado Eugenio Pucciarelli y que se llamaba "La vida del espíritu". El original alemán lleva por título "MODELOS Y JEFES".