(1) Juan Pablo II, Laborem exercens, Nª 6
Un sitio para ayudar a pensar la educación desde Azul, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Cada entrada es una invitación para peregrinar en la búsqueda de horizontes de cara al Sol.
miércoles, 30 de abril de 2008
Enseñar da trabajo
(1) Juan Pablo II, Laborem exercens, Nª 6
sábado, 26 de abril de 2008
"Pino" balsámico
miércoles, 23 de abril de 2008
Azul Ciudad Cervantina de Raíces Pampas

sábado, 19 de abril de 2008
Viaje a las estrellas

Te pido por un instante que, antes de continuar leyendo, mires la fotografía que ilustra esta entrada… Si ahora te pregunto: ¿qué es? ¿Cuál sería tu respuesta?
Sugiero que busques la respuesta en tu infancia – aunque yo te la daré al final de esta entrada -.
Hay muchos caminos posibles – quizás tantos como personas existen – para transitar en la búsqueda de soluciones a los problemas de violencia que cotidianamente se presentan en nuestras escuelas. Pero estimo que cuanto antes uno se ponga en camino mejor. Por eso consideramos que el problema de la violencia comienza a tratarse desde que estamos en el seno materno. Una gestación libre de violencias favorece el crecimiento de personas integralmente saludables. De allí la necesidad de vivir en la intimidad familiar este período tan especial en nuestras vidas, que son los nueve meses de gestación. Mas, no es éste período el que nos ocupa, sino queremos sólo acercar unas notas con relación a la infancia, la niñez, esos primeros años de nuestra vida que comienzan con el nacimiento, y en donde hay una actividad clave para la educación familiar y escolar: el juego.
Nuestro enfoque se puede calificar de ético pedagógico – si quieres, querido lector – pues estamos pensando en la necesidad de jugar que se inscribe en la naturaleza de la persona, y que se manifiesta – cuando se desarrolla ordenada e integralmente – en los hábitos del buen humor y una sana convivencia.
El juego mientras por un lado manifiesta algo de la específica riqueza de la persona humana, que la distingue de cualquier otro ser viviente –hablar de juego en los animales sólo se puede hacer por analogía – a la vez, nos pone frente a nuestra condición de seres limitados. Aceptar que necesitamos jugar es, en este sentido, un signo de humildad. Así como por nuestra corporeidad necesitamos del descanso físico, por nuestra espiritualidad (el alma) necesitamos del juego: el juego es algo así como reposo del alma. Y cuando el alma reposa, encuentra paz, se pacifica. En el alma reposada la violencia no encuentra posibilidades de desarrollo. Y como consecuencia de ello, se puede expandir en alegrías compartidas que potencian los hábitos de convivencia. Basta concurrir a la Plaza de Juegos de nuestro bello Parque Municipal, donde los niños juegan y los padres y mayores, reposan a su alrededor, con rostros añorantes de una infancia que se quedó en el tiempo y se actualiza con anhelo de paz, alegría y convivencia, para tener una imagen de la profundidad antropológica del juego.
Cada año, al iniciarse el ciclo lectivo le pregunto a los cursos de adolescentes, qué esperan de nuestros encuentros semanales. Siempre, en un porcentaje mayor del 70 %, aparece “que sean divertidos”, y cuando después dialogamos para entender qué quieren decir con esto, la primera explicación que se repite es “que las clases sean alegres, que estudiemos pero…que también juguemos, de vez en cuando…”. Cierto que allí podríamos detenernos a considerar lo que ésta etapa del desarrollo significa, en lo que de desprendimiento de la niñez tiene y una nueva realidad vital que se proyecta; pero les pido centremos la atención en esta observación sobre lo lúdico que manifiestan, porque no hacen mas que expresar algo de eso que está en la naturaleza humana, y que podemos enunciar así: no se aprende cuando reina el aburrimiento. Santo Tomás de Aquino en el prólogo a la Suma Teológica se refería a ésta realidad señalando el obstáculo que significa el fastidio para el aprendizaje. (1)
Así ponemos a consideración del lector esta realidad necesaria y que requiere de padres y educadores que sepamos crear las condiciones necesarias para que los niños se dilaten, se expandan en actividades lúdicas, - ¡que los niños jueguen! - ; pues la tristeza y el aburrimiento no sólo obstaculizan el aprendizaje, sino que al estrechar el alma, bloquean los hábitos de convivencia, y el ánimo – en algún momento – degenera en violencia hacia aquellos que comparten el espacio vital del que aprende.
En la creación – usamos expresamente este término para indicar que requiere creatividad, por parte de nosotros los docentes, no alcanza con llevar “la receta” que puede venir en un Manual de juegos o una revista de actividades áulicas – de esas condiciones necesarias para el juego será bueno considerar estas tres advertencias tomistas:
• Evitar lo que suponga acciones o hablar torpe o nocivo.
• No dejarse llevar sin moderación por el jugar a punto de perder la gravedad del alma. No permitir cualquier clase de juego sino la recreación honesta
• Cuidar de que sea el jugar adecuado al momento, a las circunstancias y a las personas.
En la escuela no se puede estar permanentemente jugando; tampoco se puede no jugar nunca. Una pregunta necesaria como docentes, al finalizar el año, estimo que debe ser: ¿jugué con los estudiantes este año?. Quizás cuando la respuesta comience a tener mas respuestas afirmativas que negativas, estaremos dando pasos en pos de una escuela y una sociedad donde los hechos de violencia se den menos.
Porque quizás, cuando los niños ocupen más tiempo en jugar a armar “la nave espacial” que aparece en la foto, y a llegar en ella “hasta la estrella que sale primero”, estaremos ayudando a una escuela menos violenta. (2)
(2) Esas fueron la respuesta que dieron los niños que jugaban allí ante mis preguntas: ¿qué es esto que han construido?: ¿para que lo hicieron?
Genética y educación: para leer con sentido crítico
Diversos estudios revelan el origen de conductas cada vez más frecuentes
Cómo prevenir la violencia en menores
Las estrategias más efectivas han demostrado ser aquellas que se basan en el trabajo con los padres
martes, 15 de abril de 2008
Los que siempre están
martes, 8 de abril de 2008
Sigamos pensando la violencia
"Aparte de su función como mecanismo de defensa, la apatía de los prisioneros era también el resultado de otros factores. El hambre y la falta de sueño contribuían a ella (al igual que ocurre en la vida normal), así como la irritabilidad en general, que era otra de las características del estado mental de los prisioneros. La falta de sueño se debía en parte a la invasión de toda suerte de bichos molestos que, debido a la falta de higiene y atención sanitaria, infectaban los barracones tan terriblemente superpoblados. El hecho de que no tomáramos ni una pizca de nicotina o cafeína contribuía igualmente a nuestro estado de apatía e irritabilidad.
sábado, 5 de abril de 2008
De violencias y violentos
Todavía agradezco a mis padres y maestros que me enseñaron a usar el diccionario. Porque en estos días asistimos a las mas variadas manifestaciones violencia. Pienso en las violencias que se dan en el interior de los hogares, pasa mi pensamiento por las que campean en las plazas, rutas y caminos, y los más variados lugares públicos, y abarco en dolorosa mirada las que han teñido de sangre los establecimientos educativos en estos días. Si la vista vuelve atrás en el tiempo argentino, sufrimos más aún, por la violencia que ha atravesado nuestros desencuentros ciudadanos.
La primera acepción del diccionario nos dice que la violencia es la cualidad de violento. Y violento, encontramos mas abajo, es lo que está fuera de su natural estado, situación o modo.
Es un posible punto de partida para la reflexión pues nos pone frente a la realidad de que las personas, por naturaleza, no somos violentas, ni se nos ha dado el ser para obrar en forma violenta. Algo debe suceder, algo que nos desnaturaliza, algo que nos cambia la situación en la que estábamos o el modo de ser propio, para que surja el acto violento.
En principio nos ayuda Santo Tomás a definir lo violento como “ aquello cuyo principio está afuera no cooperando nada el que padece la fuerza” (1) “Porque en esto consiste la definición de violencia: en que algo padezca y en nada contribuya a la acción” (2) En Santo Tomás hay un segundo sentido de la palabra violencia – que es el que rescata la definición del diccionario – es decir se dice violento aquello que es contrario a la naturaleza de una cosa, entendida la naturaleza como tendencia o inclinación a obrar de determinado modo y en vista de un determinado fin. Para ello hay que confrontar entre otros los textos que figuran al pie (3)
Pero el que mas nos interesa a nosotros en esta reflexión es el que nace de considerar a la violencia, en tanto afecta la justicia social: “La rapiña importa una cierta violencia y coacción por la que, en contra de la justicia, se despoja a alguno de lo que es suyo”… “La avaricia puede ser considerada en el efecto (exterior), y así, apropiándose de los bienes ajenos, en ocasiones (el avaro) usa la fuerza, lo que pertenece a la violencia”...(4)
Ya nos hemos referido anteriormente (Ver Entrada “Una pareja homicida”) a las consecuencias del robo y la mentira. Y al reflexionar en torno a la violencia aparece una vez mas esta afectación de la justicia social, que significa el apoderamiento de los bienes ajenos, sean ellos del orden que fueren. En estos días hemos visto “desatada la violencia” por la propiedad de los mas variados bienes: han estado, y parecen estar, en juego desde una plaza, hasta lo producido por una cosecha; desde la propiedad de ser rubia, hasta una hoja de carpeta donde se escribe un apunte. Los mas variados bienes que – al dejar de contribuir al bien común – se exclusivizan por obra de los individualismos, corporativismos o colectivismos despersonalizantes, terminan por despertar el odio y la ira, que se desbordan cual afluentes del Flegetonte. (5)
En todos los casos de violencia que ocupan las portadas de los diarios estos días nos encontramos frente a ésta realidad: allí hay personas que se dan cuenta, sienten, experimentan, que se los ha despojado de algo que consideran suyo. En todos los casos eso que consideran suyo es, en principio, algo material; pero a la vez remite, a los directos involucrados en los actos violentos, a los aspectos mas profundos de su corazón; allí donde los hombres y las mujeres ponemos nuestros deseos y esperanzas.
Despojados de aquello en lo que habían puesto su corazón la violencia aflora en variadas manifestaciones. Aunque en el fondo lo que se alcanza a percibir en muchos de los rostros que nos hacen llegar los medios que nos muestran “lo que pasa” es una profunda tristeza. Tal como lo manifiesta el doctor angélico: “el odio aunque a veces nazca de la ira, tiene sin embargo una causa anterior de la que más directamente se origina, a saber, la tristeza; así como, al contrario, el amor nace del deleite. Pero por la tristeza alguien se mueve a veces a la ira y a veces al odio; por esto fue conveniente decir que el odio nace más de la acedia que de la ira”. (6)
¿Y qué es esto de la acedia?. Será mejor tratarlo en otra entrada. Por lo pronto valga como última reflexión el esforzarnos, en nuestras escuelas por estar atentos a los niños, adolescentes y colegas que están tristes, pues atendiendo a ello podremos prevenir muchas actos violentos.
(1) Summa Theologiae II-IIae, q 175, a 1, corpus.
(2) In III Sententiarum, d. 23, q 1, a 1, corpus. Cfr. También In III Ethicorum, lec. 1, n. 6:
(3) Summa Theologiae I-IIae, q 6, a 4, corpus.
Summa Theologiae I-IIae, q. 6, a 5, corpus:
In V Metaphysicorum, lec. 6,n. 3:
In V Metaphysicorum, lec. 6, n. 9:
De Veritate, q 22, a 8, corpus:
(4) Summa Theologiae II-IIae, q 68, a 8, corpus
Summa Theologiae II-IIae, q 118, a 8, corpus
(5) Nos referimos aquí a la imagen de las consecuencias últimas de la violencia, que Dante Alhigieri nos proporciona en la Divina Comedia, en la que describe un lugar árido, surcado por el Río Flegetonte, un río de sangre en el que bullen las almas de los violentos.
(6) Summa Theologiae II-IIae, q 158, a 7, ad 2um
Primer aniversario de su asesinato
Masivo reclamo en el homenaje a Fuentealba
El secretario general de ATEN pidió al gobernador Sapag que "asuma la responsabilidad" de hacer justicia; "si no lo hace dentro de poco diremos que es tan asesino como Sobisch", advirtió
Muerte en las aulas
En la localidad de Wanda
Misiones: un estudiante mató a un compañero
Un chico de 16 años fue asesinado de un puntazo a la salida de la escuela; habrían discutido por cuestiones amorosas; en un hecho similar, una alumna terciaria amenazó con un arma a otra
jueves, 3 de abril de 2008
El Tedinés
miércoles, 2 de abril de 2008
"Ningún suelo mas querido..."
