lunes, 12 de noviembre de 2007

La palabra y la amistad del ser docente

(Las palabras que aquí se comparten fueron pronunciadas en el Instituto de Enseñanza Superior y Técnica Nª 156 "Palmiro Bogliano", en ocasión del acto de colación de grados de las promociones 1996 y 1997. En la ocasión, al ser anunciado pasé con una vasija realizada por manos de artesanos azuleños, llena de granos de maíz, y le pedí a cada egresado que se la fueran pasando y tomaran un puñadito de semillas en sus manos, mientras lo hacían comencé así: )

"Pues que de todos los bienes,


en mi ignorancia lo infiero,


que le dio al hombre altanero


su Divina Majestad,


la palabra es el primero,


el segundo es la amistad"




Y pues comparto con José Hernández, y una larga tradición cultural, que la palabra es un bien, no dudé un instante cuando se me invitó a comunicar con ella nuestra despedida a las nuevas promociones de nuestro querido Instituto "Palmiro Bogliano". Es que todo bien tiene eso de ser eminentemente difusivo y, quizás mas que ninguno, la palabra. Fíjense ustedes que cuando nos peleamos con alguien, nos enojamos con él, solemos no hablarle, negarle la palabra.

Así pues, agradezco el honor que se me ha conferido de expresar en palabras algo de lo que que éste momento puede significar, y algunos de los sentimientos que a todos nos afectan en circunstancias como estas. Mas, creo no equivocarme, si coincido con aquellos que aseguran que hoy estamos cansados de palabras. Es por eso que tomé la decisión de comenzar con este pequeño gesto: ahora todos tenemos entre manos una semilla, granos de maíz. Vegetal de nuestra América cuya importancia cultural no debemos desconocer. No es que vayamos a realizar ninguna ceremonia interpretativa, de esas que son propias de algunas comunidades ndígenas del continente - además algunas de esas ceremonias exigen danzar con largas cabelleras, situación que me excluiría, ciertamente, de participar en el acto. (risas). No, no es para esto. La semilla de maíz es un punto de partida.


Si esta semilla recibe el cuidado necesario: sol, agua, tierra adecuada, desmalezamiento, etc., etc., podemos inferir que alcanzará a ser una planta de maíz: alcanzará el fin de su propia naturaleza. Será lo que está llamada a ser.


Ahora les pido, por favor, hagan el esfuerzo de analogar esa semilla que tienen en sus manos, y el título que ustedes han alcanzado en ésta casa de estudios: si recibe el cuidado mínimo necesario, podemos inferir que alcanzarán a ser Profesores y Guías y Técnicos en Turismo - según el caso -, alcanzarán el fin, no que les viene dado por naturaleza, sino que ustedes libremente se propusieron. A diferencia de la semilla - cuyo fin le viene impuesto-, ustedes eligieron ser profesores y guías de turismo, y eso los hace sujetos de derechos y deberes especiales inherentes a la labor, al arte, a la profesión, que ejercerán. De allí que serán lo que deban ser o si no no serán nada.


Y aunque las leyes de la oratoria dispongan que en circunstancias como estas nos detengamos en el recuerdo de los momentos vividos, hoy estimo necesario buscar los intersticios de esas normas, porque el presente y lo que nos espera, nos urge y nos exige más aún, que lo que nos precedió. Esto no significa desconocer los sacrificios y desvelos de los que hicieron posible que hoy nosotros estemos aquí: desde la lucha cotidiana de los que trabajaron incansablemente para la constitución de nuestro Instituto de Enseñanza Superior, hasta los desvelos de quienes lo sostienen diariamente en medio de las dificultades y conflictos. Tampoco,ciertamente, nos olvidamos de la sangre derramada por tantos docentes de las generaciones precedentes que dieron su vida para que nosotros vivamos en la Argentina y en la provincia de Buenos Aires que nos concede el honor de formar a sus jóvenes.


Pero hoy, día en el que con la mayoría de ustedes comenzamos a ser colegas, quiero que pensemos en la hora difícil que vive la docencia argentina - casi que nuestro acto podría haber comenzado con un minuto de silencio por tantos colegas que reclaman justicia y muchas veces son duramente reprimidos.No es que quiera pensar en la hora porque sea mas o menos difícil que otras, sino porque en la dificultad y en el riesgo de la hora actual está su grandeza. Es en esta hora en la que ustedes pueden decir: "me recibí de profesor, me recibí de guía y técnico en turismo"; o pueden afirmar "SOY PROFESOR - SOY GUÍA Y TÉCNICO EN TURISMO".

Quien afirme lo primero habrá cumplido una serie de pasos burocráticos para obtener un resultado administrativo. Quien afirme lo segundo asume el estado de la nobilísima función ético política, por la cual con el ejercicio de la docencia, el que es profesor le abre la puerta a la participación ciudadana a las jóvenes generaciones. Y el que es Guía y Técnico en Turismo, con el ejercicio de su profesión, decide participar activamente en la construcción de una sociedad mas justa y fraterna, dejando a un lado los intereses egoístas, y trabajando por una comunión cada día mas efectiva de los bienes que resultan del fenómeno del turismo.

Permítanme ahora, dirigirme especialmente a los nuevos docentes: el que se recibe de profesor opta por el mero cumplimiento de las disposiciones vigentes, mediante una vida sin esfuerzo y sin honor, en la servidumbre del gusto y de las corrientes pedagógicas de moda. El que es profesor, irá adquiriendo, además, el estado de profesor en el ejercicio docente, ejercicio que realizará donde las circunstancias se lo requieran; circunstancias que a veces te pueden excluir del sistema - pero que no impedirán que en cada momento puedas irradiar con la ejemplaridad de tus palabras y de tus actos, el amor que te hace ser donación para los demás, especialmente para los más débiles y sufrientes.

El que se recibe de profesor, recibe "lo que venga", total "mientras tenga algunas horitas"... El que es profesor se decide a abrazar la verdadera libertad del servicio y del sacrificio, cuyo modelo argentino mas elocuente sigue siendo para todas las generaciones don José de San Martín, cuyas virtudes heroicas emularon los héroes de Malvinas. En este orden para el que es profesor, San Martín no puede ser un recuerdo abstracto que desempolvamos en agosto, sino modelo permanente del educador, pues encarna la pasión por la libertad de su Patria y la disposición permanente al sacrificio, a dar la vida por el bien de una obra justa.

Pero volvamos a la hora que nos toca vivir, porque nos encontramos con una realidad con la que soñaron muchas generaciones de docentes: nuestros representantes han sancionado una Ley Federal de Educación y su implementación está en marcha, mediante la llamada transformación educativa. Si yo me recibo de profesor, puedo llegar a tomar el camino del transformismo estéril de una educación estructurada sobre valores utilitarios, desvinculada de la formación ético política de los jóvenes, futuros ciudadanos en quienes ha de recaer la responsabilidad de las futuras decisiones electorales.

Si desde hoy soy profesor la vigencia de la Ley Federal de Educación, debe permitirme cumplir con la misión de formar en el conocimiento de la verdad y en el obrar el bien y la justicia, tan largamente esperada por todos los argentinos.

Si me he recibido de profesor, puedo llegar a tomar la senda de los que aceptan sin discernimiento crítico una educación para la globalización atentaria de las identidades nacionales. Si soy profesor sabré estar alerta frente a las pedagogías extranjeras que intentan estructurar según el modelo impuesto para las naciones serviles que van perdiendo el honor de ser soberanas.

Y aca, para ir terminando, permítanme compartir con ustedes un cuento: les pido un esfuerzo de imaginación y piensen en una escuela cualquiera, de un pueblo pequeño, en la que la comunidad educativa se enfrenta a un problema pedagógico grave - elijan ustedes el problema - El personal docente se plantea la necesidad de solucionar ese problema, y - como uno de los docentes conocía un especialista internacional, de los mas capacitados en el tema-, deciden tratar de obtener su consejo, su palabra. Pues bien, consiguen traer, con mucho esfuerzo, al especialista, y el Doctor reunido con la comunidad educativa por dos horas - pues tenía otros compromisos - aborda la problemática desde distintos ángulos, con vistas a encontrar alguna solución.

El especialista se preparó de la mejor manera posible, utilizó todos los recursos a su alcance; utilizó las dos horas de exposición a la perfección y con excelentes dinámicas grupales provocó la activa participación de los concurrentes. Por fin llegó el momento de las conclusiones, que fueron compartidas y sintetizadas con maestría por el expositor. Pero al terminar la síntesis se hizo un profundo silencio. El doctor transpiraba, por la espalda le corría un frío interior; nadie pronunciaba palabra alguna. Mas al cabo de unos minutos - que al expositor le parecieron horas - se paró el padre de uno de los alumnos y con todo respeto se dirigió al expositor; mientras se rascaba un brazo, le dijo: Doctor lo que usted ha dicho, rasca mucho, rasca muy bien, rasca lindo, pero... (y entonces se puso a rascar la cabeza)... rasca donde no pica. Y por si no le había entendido - cosa que creo ustedes sí entendieron - agregó: lo suyo es muy bueno, muy profundo, pero - y se volvió a rascar la cabeza - los chicos de nuestra escuela necesitan que les demos de comer todos los días, porque sus padres no tienen trabajo; tienen gimnasia en el galpón del ferrocarril que antes pasaba por acá, porque no tienen gimnasio; los pizarrones ya están para el cambio, pero en la cooperadora ya casi no tenemos socios; las tizas las traen los docentes que compran de su propio bolsillo, y son los mismos docentes los que le facilitan textos en fotocopias a sus alumnos, porque libros no se pueden comprar... y siguió detallando algunas de las problemáticas que habían quedado fuera de la exposición del doctor. Finalmente, el padre, concluyó así: lo suyo rasca muy bien, pero rasca donde no pica...

La reflexión del cuento queda para ustedes, nóveles colegas, que desde hoy tienen en sus manos la opción por la pedagogía de la medianía, del término medio, de las estadísticas, de los consensos a costa de la verdad y del bien, de la belleza y del honor; o la opción por la pedagogía de la libertad de la inteligencia que se conforma en la identidad del ser y de la norma inmutable, principios necesarios para abrir a las jóvenes generaciones que ustedes formarán, las puertas de la participación ético política en verdadera libertad.

Y ustedes, mis queridas Guías de Turismo, Lorena, María Eugenia y Lea Gimena, también se enfrentan a la opción de haberse recibido de Guías y Técnicos o de ser Guías y Técnicos. La opción por el ser las ha de llevar por la senda estrecha, mas angosta, que es la senda del servicio. Ciertamente el modelo profesional no lo encontrarán en San Martín - aunque si encuentren en él el modelo de ciudadanía plena - pero no se pierdan su pasión por la libertad y su disposición permanente al sacrificio, de la que hablé antes. En él si encontrarán todas las condiciones de un gran guía, y verán en sus actos al hombre peregrino que en el fondo se descubre en el corazón de cada turista.

Finalmente, hago votos porque no nos dejemos arrastrar por el gozo pasajero del instante. Que al abrazarse a sus familiares y amigos con el título en sus manos, se abran a los sacrificios y esfuerzo de las generaciones que nos precedieron y nos dieron el ser.

Que hoy, al mirarse a los ojos entre ustedes, vean mas allá de las pupilas del otro y, puedan entrar en los corazones que esperan con avidez que ustedes se hagan amar por el ejemplo de sus vidas.

Que al expresarse mutuamente la alegría de ser profesores y ser guías de turismo, descubran que va creciendo entre ustedes ese segundo bien - al decir de Hernández - que Dios da al hombre y que es - les recuerdo - la amistad.

La senda de los preceptos es larga, la de los ejemplos es mas corta y mas segura, sentenciaba Séneca. por eso hoy quédense solamente con la semilla que dejé en sus manos, para que les sirva de ejemplo seguro de lo que ustedes se llevan de esta casa, en cuyas galerías y salones, quedan guardadas las angustias y dolores, los gozos y esperanzas de esta nueva promoción de profesores y guías y técnicos en turismo. Vayan y hagan el bien; vayan y háganlo con alegría, porque estarán haciendo un doble bien.-

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