Este viernes 23 de noviembre de 2007 compartí el Acto de Colación de Grados del Instituto "Santo Tomás de Aquino" de mi querida ciudad de Azul. Mujeres y varones de la región, estudiantes del Profesorado de Educación Física, de Psicopedagogía , de Periodismo y de Chef, prestaron juramento y recibieron los diplomas que acreditan que han alcanzado una meta en su formación. La sala del Teatro Español le dio marco al acontecimiento; tal vez, el mas importante en la vida de toda institución educativa.
En la ocasión experimenté aquella "admiración pasiva" con la que Jean Guitton comienza su reflexión acerca de la capacidad de asombro, en su bella obrita "Nuevo arte de pensar", uniéndose así a la milenaria tradición que pone en esta simple y profunda acción, la primera condición para aprender a pensar.
Cuando llegué, la ceremonia estaba comenzando.Me quedé de pié detrás de la última fila de las cómodas butacas de la sala. Preferí mirar la escena en profundidad. Me excusé ante la gentil invitación recibida de Cecilia para ocupar el lugar reservado para los profesores en las primeras filas.
En aquel instante nació en mi otra vez la expresión "no entiendo". Recordé, volví a pasar por mi corazón, aquellas primeras líneas de la "Metafísica", cuando Aristóteles reflexiona que mas allá de toda consideración práctica, por encima de todas las cosas los hombres gustamos de ver(1). Mi vista recorrió la sala, como quien recorre los senderos rectilíneos de una cruz. Quizás el único sentido que vale la pena recorrer en la vida. Un paso mas en la ininteligencia de aquel momento: ¿aquello era sólo un acto de colación de grados?, y, en todo caso, ¿qué significados tiene para nosotros, los asistentes?
Mientras los momentos protocolares comenzaban a sucederse, me descubrí allí, sentado en la sala semiderruída del viejo "Cine Español", junto a mi padre, mirando una de "convoys" en la década del 70 del siglo pasado, mientras los murciélagos se cruzaban por el haz de luz de la proyección. No entendía. Sólo me ganó el respeto hacia los que con su esfuerzo lograron que hoy, gustemos de ver la sala.
Sin que medie ningún esfuerzo, una impresión de extrañeza nació y me regocijé interiormente de haber conservado aquel lugar para ver. Aunque, por mas que veía, me seguí repitiendo: "no entiendo".
Un juego de luces provocó que sobre el escenario ganara protagonismo el cambio de banderas, y entonces resonó en mí aquel lema latino "Lucem demonstrat umbra", la sombra muestra la luz. Estaba queriendo conocer un poco mas esto que llamamos Acto de Colación de Grados, y aparecía el contraste, para ayudarme en la comprensión. Se me abrían las puertas de la comparación.
Volví a la pubertad. Junto a mi padre las sombras de la sala de cine y el haz de luz que me permitía comenzar a vivir el séptimo arte."Lo que pasa y vuelve es mas agradable a la vista. Es verdad. Pero ¡con cuánta intensidad revivimos y volvemos a sentir lo que pasa y no vuelve nunca más! No se comprende el amor de un padre y de una madre, hasta que hayan desaparecido para siempre. No se reconoce plenamente este divino beneficio hasta cuando sea demasiado tarde para devolver amor con amor. Y por esto, toda ausencia es en sí una invitación a reflexionar, al mismo tiempo que alimenta el corazón, como todo lo que tiende, hasta hacerlos estremecer, los hilos invisibles que vinculan las almas de quienes se aman...", reflexiona Guittón.
Así como en la sala se corre el telón , veo abrirse las puertas por las que quiero inteligir este acto.
Todo acto de Colación de Grados tiene, junto a las presencias, algo de ausencia. Todo acto de Colación de Grados hace patente aquella ley general de nuestro ser, que el mismo autor enuncia así: "vivimos hacia adelante; comprendemos hacia atrás; sólo sentimos por ausencia".
Todo Acto de Colación de Grados marca el momento inicial de una ausencia, la de aquellos que ya no estarán en la Institución, para los que nos quedamos en ella; la de aquellos que ya no estarán con su presencia vital, para los que se van de la Institución. Tal vez por eso, a la interior alegría del que se va, la ven los ojos un tanto vidriosos de los que lo ven partir.Ambos sienten las respectivas ausencias que nacen en sus vidas.
Todo Acto de Colación de Grados tiene algo de muelle, tiene algo de andén; de galería de terminal de ómnibus, de sala de aeropuerto. Cuando escuchas "El viejo Matías", esa experiencia de la ausencia ha sido puesta en versos por el poeta.
Todo Acto de Colación de Grados pone de manifiesto que habiendo sido hechos para ser Luz, aquí sólo somos en la medida que, del desposorio con las sombras, engendramos nueva vida.
En todo Acto de Colación de Grados los hilos invisibles que nos vincularon durante el trayecto formativo, alcanzan su mayor tensión. Sólo la inefable inmaterialidad del acto educativo que alguna vez nos congregó en amoroso encuentro capaz de engendrar la novedad del saber de la verdad, del bien, de la belleza y de la unidad, hará posible que esos hilos invisibles tejan el poncho que nos protegerá del frío de la ausencia.
Mas, al llegar aquí, me dí cuenta que al mirar hacia atrás algo había comprendido; que sentí por la experiencia de la ausencia; que vivir implica seguir adelante, por los senderos rectilíneos que mi vista recorrió al comenzar el acto; la admiración activa comenzaba a provocarme, y mi alma se llenó de agradecimiento.
En ese momento alguien me tocó el hombro, me dí vuelta y María Eugenia, había venido a saludarme. "¿¡No me conoció, profe?!". Es que la había mirado mientras estaba comprendiendo. Nos saludamos con afecto, y mientras se fue, una vez mas comprendí la importancia de contar en las clases con alumnos que me digan "no entiendo, Hugo". (2)
(1)Dice Aristóteles: "Todos los hombres desean por naturaleza saber.Así lo indica el amor a los sentidos; pues, al margen de su utilidad, son amados a causa de si mismos, y el que mas de todos, el de la vista. En efecto, no sólo para obrar, sino también cuando no pensamos hacer nada, preferimos la vista, por decirlo así, a todos los otros. Y la causa es que, de los sentidos, éste es el que nos hace conocer mas, y nos muestra muchas diferencias".
(2) Acerca de la admiración activa y pasiva Cfr. Jean Guitton, Nuevo Arte de Pensar, San Pablo, Bogotá, 1994.
Hola Profe, Soy María Eugenia y creo que siempre hay un "no entiendo" en la vida que se puede compensar con el ir creciendo y complementando los viejos momentos con los nuevos. Cada vez que se culmina algo vuelve a empezar el círculo de la vida con estas dos palabras:"no entiendo". Espero tener siempre la respuesta correcta o la más acertada a ese no entiendo.
ResponderEliminarBesos de su alumna por siempre.
Hola Profe, Soy María Eugenia y creo que siempre hay un "no entiendo" en la vida que se puede compensar con el ir creciendo y complementando los viejos momentos con los nuevos. Cada vez que se culmina algo vuelve a empezar el círculo de la vida con estas dos palabras:"no entiendo". Espero tener siempre la respuesta correcta o la más acertada a ese no entiendo.
ResponderEliminarBesos de su alumna por siempre.
hola profesor! entre al blog para ver de que se trataba. Empece a leer una o dos publicaciones y termine leyendo como 14 o 15 mas o menos, jaja. Lo felicito porque son muy interesantes. Sobre todo me gusto esta, ya que, me recordo cuando termine el secundario. En aquel acto de egresados la profesora de literatura regalo a cada uno de nosotros(los egresados)una tarjeta (que ella misma habia elaborado)con una poesia distinta para cada uno. En aquel momento "no entendi" que en aquellas palabras se encontraba , quizas, el aprendizaje mas importante de toda mi secundaria. hoy si soy conciente de eso y aun atesoro aquella tarjeta como mi objeto mas valioso.
ResponderEliminarla poesia es esta
para los amigos
Cuando los tiempos son duros,
los fabricantes de respuestas se fugan,
los dueños de las certezas se vuelan como polvo al primer viento,
las explicaciones juegan a las escondidas
y las palabras se vuelven mortificantes
para nombrar futuros que desconocen.
En estos tiempos, sin embargo,
el pueblo sigue haciendo su historia.
Sin ruido, construye su grito de libertad,
funde en su fragua trabajo y deseo
para forjar la risa de sus hijos,
y va cargando su silencio de palabras no dichas con las que escribira el mañana.
Leopoldo Marechal
Cada tanto vuelvo a leer mi tarjeta y como si las palabras desataran la magia, siempre se moviliza la emocion, siempre vuelve aquel momento.
chau, saludos. felicitadiones por el blog
gabriel(3ro historia inst. Palmiro Bogliano)